Discipulado
¿Quién puede ser discípulo?
Tanto un aspirante a discípulo, como quien esta en el discipulado, requiere de voluntad para aplicar el conocimiento que se va adquiriendo. El conocimiento se vuelve inútil, inservible y hasta dañino si no se aplica con conciencia, es decir, con discernimiento y diferenciando tiempo-espacio, en pocas palabras, con sabiduría.
El mayor enemigo que debe enfrentar tanto el aspirante como el discípulo es su condicionamiento mental, pues su mente biológica influenciara su nueva modalidad de pensamiento para llevarle de regreso a vivir en la comodidad de las semejanzas, es decir, regresar a su modalidad estructurada de pensamiento y a conductas inútiles como es el competir, deseos de ser el mejor, falta de diferenciación realista y la excesiva importancia de la auto imagen.
¿Como es un discípulo?
Es emocionalmente equilibrado, compasivo, moral, ético y honesto en sus relaciones personales respeta los ritmos y leyes de la naturaleza.
Sus acciones nacen desde la profundidad de su Ser, y no de sus hábitos o estados anímicos, ni de sus ideas irracionales o acciones nacidas en la similitud de experiencias anteriores propias o de terceros.
El discípulo vive sanamente, integra todos los aspectos de su vida armoniosamente y por lo general prefiere las acciones que alimentan su crecimiento espiritual pues su meta es autoconocimiento y autorrealización.
El discípulo practica meditación consciente y se ocupa de aportar al medioambiente pues entiende la relación que los seres humanos tienen con la Naturaleza y con todos sus semejantes, independiente del lugar donde se encuentre, siempre buscará ser un aporte a la evolución del alma y despertar de la conciencia. Su práctica diaria es “Presenciación” o Estar en Presencia de la Conciencia Suprema y permitir ser dirigido.
El discípulo aplica el conocimiento Kunli en su vida diaria, así puede ir verificando su utilidad y validez, pues el conocimiento Kunli tiene validez en todo espacio-tiempo, pero es algo que cada persona ha de ir vivenciando para reconocer tal verdad.